Situación

A  pesar de ser la tecnología de generación eléctrica más respetuosa con el medioambiente, la minihidráulica no ha gozado de buena imagen entre la sociedad. La creencia infundada de que las centrales minihidráulicas deterioran el ecosistema fluvial ha dañado de forma muy grave no sólo la imagen de esta tecnología sino la percepción que las distintas Administraciones Públicas tienen de la misma. No hay más que dar un paseo por los alrededores de una central minihidráulica para desmentir esta falsa creencia.

Los últimos años el sector se ha visto prácticamente estancado debido a la ausencia de nuevas concesiones o la ralentización para obtención de permisos en las concedidas y no alcanzará para 2010 ni siquiera el 60% del objetivo previsto en el Plan de Energías Renovables.