La propuesta de la Comisión Europea de incluir a la energía nuclear y al gas dentro de las opciones verdes siembra dudas sobre una Transición Renovable que está siendo positiva medioambiental y económicamente para España y para Europa. El momento para este cambio es especialmente crítico para nuestro país: en los dos últimos años la nueva potencia renovable conectada a red ha disminuido en un 45%, alejándonos de la senda que nos llevaría a alcanzar las metas marcadas en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para 2030. APPA Renovables apoya la posición de la Vicepresidenta Ribera de oponerse a una propuesta que, de llevarse a la práctica, ralentizará aún más el cambio hacia unas energías que han alcanzado su competitividad económica y son la única opción para alcanzar un modelo energético más sostenible y basado en recursos propios, tanto a nivel nacional como europeo.
La Asociación de Empresas de Energías Renovables apoya y aplaude la posición de la Vicepresidenta Ribera, coherente con las políticas europeas que se han desarrollado durante las últimas décadas: la Transición Energética debe basarse única y exclusivamente en las energías renovables.
Una propuesta que llama a la confusión
Incluir la energía nuclear y el gas dentro de las inversiones sostenibles manda un pernicioso mensaje a inversores y gobiernos. En los últimos tiempos habían sido numerosas las entidades financieras y los gobiernos que se habían comprometido a no apoyar proyectos contaminantes y un cambio en la taxonomía podría hacer que estas decisiones se replanteasen. Que nuclear y gas deban convivir con las energías renovables durante la Transición Energética y sean necesarias durante los próximos años no justifica, en modo alguno, que se pongan al mismo nivel que las energías renovables, tanto por razones medioambientales como de seguridad de suministro. La vulnerabilidad que supone para nuestra economía depender de terceros países para nuestro suministro energético ha quedado clara en los últimos meses.
El momento de la propuesta no podría ser peor para nuestros intereses. España ha disminuido en el período 2019-2021 su incorporación renovable conectada a red (excluyendo el autoconsumo) en un 45%: de 6.451 MW en 2019 a 3.558 MW en 2021. Esta disminución nos aleja de la senda que necesitamos para alcanzar los objetivos y el cambio en la taxonomía europea supondría un nuevo varapalo para las inversiones del sector en un momento clave para impulsar la industria renovable nacional.
Renovables: únicas energías autóctonas y competitivas
Incluir la energía nuclear y el gas dentro de las inversiones sostenibles manda un mensaje nefasto a empresas, ciudadanos y gobiernos. El consumo de ciudadanos y empresas, que demandan energía renovable al identificarla como verdaderamente sostenible, ha tenido un importante papel en la competitividad económica de estas energías. Incluir a nuclear y gas al mismo nivel que las renovables podría hacer cambiar esta percepción. De igual manera, los gobiernos de toda Europa han reconocido las externalidades positivas de estas energías, facilitando su instalación. APPA Renovables entiende que debemos evolucionar hacia un sistema 100% renovable a medio y largo plazo. La Asociación de Empresas de Energías Renovables exige mantener la diferenciación entre las energías renovables y estas tecnologías dentro de la taxonomía europea.
Imagen de Appolinary Kalashnikova de UNSPLASH (enlace)