El desarrollo del biogás será fundamental para impulsar la descarbonización del sector gasista en España. El biogás, a través de su versión purificada como biometano, puede usarse de forma directa en las actuales redes de transporte y distribución, así como en los procesos industriales ya existentes.
El biogás es un gas renovable producido por la descomposición de materia orgánica en ausencia de oxígeno, mediante la digestión anaerobia. Este proceso transforma residuos como desechos agrícolas, forestales, aguas residuales y residuos orgánicos en una mezcla de gases, principalmente metano (CH₄) y dióxido de carbono (CO₂).
El biometano se obtiene al purificar el biogás, logrando un gas compuesto casi totalmente por metano, que puede utilizarse en redes de gas existentes o como energía para calefacción, electricidad o transporte.
En el contexto de la transición energética, el biogás desempeña un papel esencial en la descarbonización de sectores estratégicos como el transporte o la industria. Además de sustituir los combustibles fósiles, contribuyen significativamente a mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
España tiene un gran potencial para liderar la producción de biogás y biometano en Europa. Según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), la previsión de biogás supone duplicar lo cuantificado en la Hoja de Ruta del Biogás, llegando a los 20 TWh en 2030.