Los requisitos de sostenibilidad que se vienen aplicando a los biocarburantes consumidos en la Unión Europea (UE) desde hace varios años deberían extenderse a todos los usos de las materias primas utilizadas con el fin de evitar que otros sectores agroindustriales sigan provocando cambios del uso de la tierra en detrimento de áreas con elevada biodiversidad o reservas de carbono. Esta es una de las principales propuestas presentadas por APPA Biocarburantes en la consulta pública abierta por la Comisión Europea para definir la futura regulación de la sostenibilidad de la bioenergía para el período 2021-2030.
La legislación comunitaria prohíbe desde el año 2009 que las materias primas utilizadas para producir biocarburantes provengan de zonas con elevada biodiversidad o reservas de carbono, lo que asegura que los biocarburantes consumidos en la UE no provocan la destrucción de bosques, turberas o zonas húmedas. Sin embargo, estas exigencias no se han extendido al resto de sectores agroindustriales que utilizan las mismas materias primas para otros usos – alimentación, ganadería y otras aplicaciones–.
Este trato desigual no sólo socava los objetivos de protección medioambiental que deberían perseguirse sino que conlleva que una parte del cambio del uso de la tierra que provocan directamente estos otros sectores acabe atribuyéndose de manera injusta a los biocarburantes.
“Los biocarburantes no podemos seguir pagando las culpas de la incoherencia regulatoria que supone no exigir a otros sectores los mismos requisitos de sostenibilidad que la industria de biocarburantes ya cumple”, asegura Óscar García, Presidente de APPA Biocarburantes.
Una medida alternativa a la planteada sería la de prohibir totalmente el drenaje de turberas, especialmente en Malasia e Indonesia, y establecer importantes incentivos económicos para la conservación de los bosques. Un reciente estudio encargado por la Comisión Europa concluye que la aplicación de estas medidas eliminaría prácticamente los cambios del uso de la tierra atribuidos a los biocarburantes.
APPA Biocarburantes considera que este problema no puede resolverse de manera justa limitando los biocarburantes convencionales o asignándoles valores adicionales de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), sino que la única manera de atajarlo de raíz es conseguir que no se destruyan áreas con elevada biodiversidad o reservas de carbono para cultivar las materias primas que se utilizan en otros sectores agroindustriales.
El debate sobre los riesgos de la bioenergía se ha visto además contaminado estos últimos años por otras consideraciones negativas que finalmente se han ido demostrando como falsas, tal como ha reconocido la Comisión Europea en su último informe sobre este asunto, que concluye que los biocarburantes consumidos en la UE no han generado ocupación de tierras en África ni han afectado a la seguridad alimentaria del planeta.
Los biocarburantes deben seguir así jugando un papel fundamental durante la próxima década para avanzar en la penetración de las energías renovables y contribuir a la descarbonización del transporte, la reducción de la dependencia del petróleo, la mejora de la calidad del aire urbano, la generación de empleo agrícola e industrial y el suministro de materias primas para la alimentación animal.
Para este fin resulta fundamental que se establezca un objetivo de energías renovables en el transporte para 2030 o alternativamente obligaciones de consumo de biocarburantes de ámbito comunitario. Paralelamente, también deberían fijarse objetivos obligatorios y crecientes de biocarburantes avanzados complementados con ayudas a la inversión en nuevas plantas e incentivos fiscales que fomenten el consumo de biocarburantes producidos con residuos agrícolas, industriales y urbanos.