Abril ha cerrado con un precio medio del mercado diario de 17,65 €/MWh. Si necesitábamos ver una muestra de cómo puede influir el COVID19 en el sector energético, no hace falta que vayamos más lejos. Pero si nos queremos ir más allá de la electricidad, el consumo de gasolina cayó en algunas semanas de abril un 82% y el gasóleo un 68%.
Siendo el sector energético una actividad esencial y habiendo sufrido menos que otros sectores, está claro que la crisis va a impactar de manera grave en los proyectos, de forma particular; y en el conjunto del sistema, de forma general. En el caso del coeficiente de cobertura, un buen baremo para conocer la salud económica de nuestro sistema eléctrico, el problema es muy anterior al virus.
Los niveles del coeficiente de cobertura han sido mucho más bajos durante este año que el anterior, lo que indica una disminución clara de los ingresos respecto a los costes del sistema. La disminución de los precios del mercado eléctrico, que comenzó a ser más preocupante a partir de octubre y que tras la caída de la demanda se ha situado en niveles alarmantes, no ayudarán de cara al futuro.
El pasado 4 de mayo realizamos un webinar específico sobre el coeficiente de cobertura en el que Irene Bartol, de Verdia Legal, tuvo la amabilidad de aclararnos muchos conceptos tanto de la situación actual como de la evolución futura. Parece factible que, en la liquidación 15, se alcanzará el 100% tirando de las reservas de la CNMC pero debemos estar vigilantes en el presente año.
El coeficiente de cobertura de marzo, correspondiente a la liquidación 3, estaba un poco por encima del de 2019, pero el impacto de los precios tan bajos marcados en abril, afectarán negativamente a su evolución.
Cobertura, excedentes, apuntamientos, precios futuros del pool… son muchas las incertidumbres que planean sobre el futuro del sector energético. Y, si queremos que las renovables sean la piedra angular de la recuperación económica, situarnos por encima de los 90.000 millones de euros de inversión en la próxima década y crear más de 107.000 empleos (cifras sacadas del PNIEC), debemos trabajar duro para reducir las incertidumbres.
Las renovables pueden ser parte fundamental de la recuperación económica del país, pero solo si las reglas del juego están claras, la regulación es estable y el marco que nos gobierna es fruto del consenso y ajeno a vaivenes políticos.
